Hace 16 años, en una fecha como hoy, tuvo lugar el último acontecimiento sísmico de gran magnitud en nuestro país. El terremoto de Pisco, con una magnitud de 7.9, dejó un trágico saldo de 596 personas fallecidas, más de 434,000 personas damnificadas y un total de 76,000 viviendas reducidas a escombros o inhabitables.

El catastrófico desastre que marcó profundamente al Perú en el siglo XXI ocurrió el 15 de agosto de 2007. Las provincias de Pisco, Chincha, Ica y Cañete, en el departamento de Ica, sufrieron una destrucción significativa debido a la magnitud de este terremoto.

Ese violento temblor, que alcanzó una intensidad de IX en la escala de Mercalli, tuvo lugar a las 18:41 horas, causando inicialmente confusión entre las autoridades de aquel entonces y la población que desconocía la verdadera dimensión de la emergencia.

Una de las primeras respuestas tomadas por las autoridades fue declarar estado de emergencia en las provincias afectadas durante un periodo de 60 días. El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) asumió las labores logísticas de ayuda, contando con el respaldo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para atender los llamados de auxilio. Además, se suspendieron las actividades escolares en las zonas impactadas.