En la cuadra 9 de la avenida Abancay, un edificio de siete plantas desafía los principios de la ingeniería y la arquitectura. En uno de sus lados, la construcción tiene apenas 1,20 metros de ancho y, aunque el peligro que representa es evidente, hasta ahora no puede ser demolida.
Una serie de recursos legales ha impedido la actuación del municipio. Y mientras el proceso se dilataba, la construcción continuó.
Especialistas consultados por El Comercio han coincidido en que la edificación, rodeada de negocios de distintos rubros y algunas viviendas, no soportaría un sismo de 7 grados. Una potencial tragedia en una de las avenidas más transitadas de Lima Metropolitana.