Tragedia familiar. Carlos Canto experimenta un profundo dolor al presenciar la agonía de su hijo, incapaz de intervenir para cambiar el curso de los acontecimientos. Christian (12 años) lucha contra un agresivo tumor cerebral que lo mantiene confinado en una cama en el Hospital del Niño de Breña. A pesar de su delicado diagnóstico, la cirugía que podría haber brindado alivio ha sido pospuesta, lo que ha provocado la indignación de su padre.
Día tras día, la familia completa se enfrenta a la angustiosa posibilidad de no volver a ver al niño con vida, ya que la enfermedad lo mantiene postrado. Sin embargo, incluso esta situación no parece generar compasión por parte de las autoridades del mencionado hospital, quienes no respetan la programación del tratamiento. Carlos Canto afirma que los médicos solo «actúan cuando mi hijo está al borde de la muerte».