De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), Perú se enfrenta a una alarmante escasez de profesionales de la salud mental para abordar problemas como depresión, acoso y violencia familiar, que están en aumento en el país. La cifra es de solo 3 psiquiatras y 10 psicólogos por cada 100 mil habitantes, lo que representa una brecha significativa en el tratamiento de estos problemas. Según datos del Ministerio de Salud (Minsa), entre enero y julio de este año, se han reportado 911,330 casos relacionados con trastornos de salud mental y problemas psicosociales en los establecimientos médicos del país.
Las patologías más recurrentes son la ansiedad, con 231,874 casos, y la depresión, con 139,210 casos, entre otros, como el síndrome del maltrato, los trastornos emocionales y del comportamiento en la niñez y adolescencia, y los trastornos del desarrollo psicológico. Estos problemas requieren atención especializada, pero el país cuenta únicamente con 55 profesionales colegiados, según el decano del Colegio de Psicólogos del Perú, Miguel Vallejos. Esta situación aumenta la preocupación sobre cómo manejar y esforzarse para atender a pacientes con problemas de salud mental.
Actualmente, hay 120,000 estudiantes de psicología en el país, y se espera que se sumen a la atención de pacientes con problemas de salud mental. Sin embargo, la falta de recursos humanos especializados en el primer y segundo nivel de atención contribuye a la baja disponibilidad de servicios y a una baja cobertura de atención, según el Plan Nacional de Fortalecimiento de Servicios de Salud Mental Comunitaria. Además, el 72% de los psiquiatras en el país se concentra en la capital, lo que deja a gran parte de la población sin atención adecuada.