Los huesos de un cráneo de 256 millones de años de antigüedad fueron encontrados en Brasil y revelan nuevas luces de animales antes de la llegada de los dinosaurios.
Los huesos pertenecen al Pampaphoneus biccai, el único anteosáurido, criaturas de grandes cabezas, con largos y puntiagudos dientes.
«Este animal era una bestia de aspecto retorcido, y debe haber evocado puro miedo en cualquier cosa que se cruzara en su camino», comentó Stephanie E. Pierce, coautora del estudio, en un comunicado de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS).
Asimismo, la especialista afirma que el descubrimiento “es clave para vislumbrar la estructura comunitaria de los ecosistemas terrestres” antes de la extinción masiva del Pérmico-Triásico, la mayor desaparición de especies que se conoce en la historia (81% de especies marinas y 70% de terrestres).