Tras una labor agotadora de casi nueve horas, un equipo compuesto por 35 individuos, entre bomberos y personal de rescate, logró identificar la ubicación exacta donde se encuentra sepultado el cuerpo de Yareth, un niño de 4 años que perdió la vida al ser aplastado por un muro de contención. En este desafiante esfuerzo, la destacada actuación de un perro rescatista resultó fundamental.
El perro rescatista desempeñó un papel crucial al detectar los restos del pequeño bajo una considerable cantidad de tierra y escombros que se derrumbaron la noche anterior debido a una intensa lluvia en la zona alta de Pasamayito, ubicada en el distrito de Comas. Su agudo olfato permitió localizar los restos en medio de las difíciles condiciones.
Este logro representó el fruto de un trabajo arduo y coordinado por parte del equipo de rescatistas, y la presencia del perro entrenado en búsquedas resultó ser una herramienta invaluable en la localización del cuerpo del niño fallecido.