Hoy es viernes 13, un día que, en diversas culturas occidentales, se tiñe de superstición y se relaciona con la ‘mala suerte’. Esta creencia tiene profundas raíces históricas que se remontan a la Edad Media. Desde una perspectiva bíblica, el viernes ya es una fecha de grandes consecuencias, ligada a la pasión y muerte de Jesucristo. Asociado a ello, el número 13 también es considerado desafortunado en diversas culturas. Por ejemplo, se cree que Judas, quien traicionó a Jesús, fue el decimotercer invitado en la Última Cena. Otros mitos, como la leyenda de los Caballeros Templarios arrestados el viernes 13 de octubre de 1307, han contribuido a fortalecer esta creencia.

A lo largo de la historia, varios eventos trágicos han marcado esta fecha. Desde avalanchas mortales hasta incendios forestales devastadores y desastres aéreos, la connotación negativa ha persistido. Incluso en la cultura popular, películas de terror como la saga «Viernes 13» han cimentado la asociación de este día con sucesos ominosos. A pesar de ser una superstición arraigada en el pasado, el viernes 13 sigue suscitando temor y cautivando la imaginación colectiva, perpetuando la idea de que esta fecha puede acarrear desdichas.

Aunque el viernes 13 es considerado por muchos como un día de infortunio, su significado y su impacto varían según la perspectiva cultural. A través de los siglos, esta superstición ha perdurado, influyendo en la forma en que las personas perciben y manejan esta particular conjunción de día y número. En última instancia, sigue siendo un fenómeno enraizado en la tradición y la interpretación individual.