El metaverso es un mundo virtual que representa el mundo físico de manera digital mediante elementos y características de un juego, pero va más allá de ser un videojuego, ya que el metaverso está pensado para reproducir y realizar muchas de nuestras actividades en el día a día: trabajar, hacer deporte, ir a conciertos, ir de compras, entre muchas más. Para lograr lo antes mencionado, la tecnología debe ser inmersiva y multiplataforma; es decir, los usuarios deben poder interactuar y realizar las diferentes actividades de la misma manera que lo hacen en la realidad, siendo indispensable el uso de dispositivos UVR.

Cuando algunas personas hablan de metaverso proceden a relacionarlo como una tecnología propia o ideada por Mark Zuckerberg, fundador de la empresa META, anteriormente llamada Facebook. El término metaverso nace en 1992, en la novela futurista Snow Crash de Neal Stephenson, donde los personajes a través de avatares interactúan entre sí en un espacio totalmente virtual y tridimensional. El metaverso no tiene un propietario, lo serán todos los usuarios que interactúen en él, hay que recordar que la actual tecnología blockchain garantiza que absolutamente todas las transacciones que se puedan ejecutar en un entorno virtual sean de acceso público y, a la vez, seguras.

El metaverso será una nueva manera de entretenerse y también de hacer negocios, un mundo virtual donde se encontrarán otras tecnologías como las redes sociales, los videojuegos y las criptomonedas; pero también sectores tradicionales en busca de hacer negocio además de sectores de servicio público. Dentro del mundo de la educación, los beneficios del metaverso son muchos, imaginemos poder estudiar sin tener en consideración las limitaciones de desplazamiento de un lugar a otro, poder pertenecer a distintas universidades del mundo y tener la misma experiencia inmersiva que los demás; también está la posibilidad de poder estudiar carreras que uno quisiera estudiar y que no puede porque la universidad no cuenta con laboratorios especializados. Todo esto trae consigo el metaverso.

Como toda tecnología, el metaverso trae muchos beneficios, pero también trae complicaciones para su posterior acceso e inseguridades sobre su uso. Aparte de su tecnología que aún está en la etapa inicial de su desarrollo, nace la duda de qué tan factible será conectarse a este espacio virtual, teniendo en cuenta que en la actualidad existen muchas zonas y espacios incluso en la ciudad en donde la señal de internet es baja y no se puede acceder a los recursos disponibles en la internet. Entonces, cómo se podría garantizar un proceso fluido de esa actividad virtual, y esto solamente hablando de la disponibilidad de red geográficamente hablando, ya que también habría que considerar la cantidad de datos necesarios para mantenernos conectados. Esta parte se contrapone a una característica principal del metaverso la cual indica que debe ser continuo y autónomo.

En cuanto a la inseguridad de la información, es lo más preocupante, ya que para desarrollar el metaverso se tendría que incrementar el número de cámaras y sensores existentes en el mundo real con una gran capacidad de extracción de información. Acerca de esta información, ¿quién tendrá el control de estos datos? Una de las tantas preguntas que se plantean.

Se busca que el metaverso sea un “gemelo digital” de nuestra realidad, pero como ya se mencionó, aún está en proceso y su desarrollo no será de forma radical como un producto común que es gestionado, desarrollado e implementado; el desarrollo e implementación del metaverso será de forma paulatina, por lo que, poco a poco, se irán incorporando diferentes plataformas, elementos y extensiones hasta obtener el metaverso como tal; el cual sería la representación inmersiva de nuestro mundo real en un mundo virtual.

En conclusión, todo lo que se espera del metaverso es acertado, pero debemos tener en cuenta que también todo lo esperado y sus resultados no serán inmediatos, hablamos de un desarrollo de 10 a 15 años más. Lo que busca es prometedor y surgen varias teorías de lo que se hará y no se hará, las cuales durante el camino de su desarrollo se irán despejando.

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