DECLARACIONES DEL CANCILLER DEL PERÚ SOBRE TERRORISMO ENOJA A LA MARINA

Las declaraciones del canciller peruano, Héctor Béjar, de que el terrorismo en el país fue iniciado por la Marina de Guerra, provocó este lunes el rechazo de esta fuerza armada, que calificó sus palabras como una «afrenta» con los uniformados que lucharon contra este flagelo.

En febrero pasado, Béjar, sociólogo y exguerrillero de 85 años, declaró que «el terrorismo en el Perú lo inició la Marina y eso se puede demostrar históricamente y han sido entrenados para eso por la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos)», durante un evento virtual antes de ser ministro, pero que se difundió el domingo en un programa de la televisión local.

Aseguró estar «convencido», aunque sin poder demostrarlo, «que Sendero (Luminoso) ha sido, en gran parte, obra de la CIA y de los servicios de inteligencia», en referencia a la banda armada que provocó la mayoría de las 69.000 víctimas del terrorismo entre 1980 y 2000, durante el sanguinario conflicto armado interno que azotó el país.

Béjar subrayó que la embajada de Estados Unidos en el Perú «tiene archivos (de inteligencia) mucho mejores que los de la Policía» y que, según cree, «los confidentes de la embajada norteamericana son miles».

MARINA DE GUERRA INDIGNADA

Ante estas declaraciones difundidas en medios y redes sociales, la Marina de Guerra del Perú publicó un comunicado en el que «rechaza tajantemente la expresión» del canciller por ser «carente absolutamente de veracidad, la misma que constituye una afrenta contra los hombres y mujeres que lucharon y continúan luchando contra la delincuencia terrorista», así como contra los deudos de las víctimas.

La Marina agregó que los valores de honor, integridad, valentía y amor por la patria son la «consigna de aquellos que fueron desplegados» para combatir el terrorismo en las zonas en emergencia desde 1980 y los que continúan en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), donde persisten remanentes de Sendero.

Asimismo, la Marina de Guerra deploró las afirmaciones que «pretenden distorsionar la historia de la pacificación nacional» y se reafirmó en el cumplimiento de la lucha contra el terrorismo, dentro del marco legal vigente.