A pesar de la disponibilidad de gimnasios, nutricionistas y exámenes médicos, Punto Final reveló datos alarmantes: en el 2023, 74% de los policías con obesidad y sobrepeso. Y ya en este año, solo en el primer trimestre, el 66% de los agentes evaluados presentan estas condiciones, poniendo en riesgo tanto la salud de los policías como la seguridad de los ciudadanos.

Se presentan estos problemas de salud en la Policía Nacional del Perú a pesar de que los efectivos en actividad cuentan con diversos gimnasios exclusivos.

El General Olger Benavides, jefe de administración de la Policía, asegura que la alimentación proporcionada en los complejos policiales no es la causa de la obesidad. Según la normativa, cada policía en actividad tiene derecho a desayuno, almuerzo y cena gratuita, con asesoramiento nutricional obligatorio. Sin embargo, imágenes enviadas por diversos efectivos muestran que no todas las unidades siguen estas directrices, ofreciendo alimentos de baja calidad y sin supervisión nutricional.

En la División Nacional de Operaciones Especiales (DINOES), el rancho policial es visado por un nutricionista. Con un presupuesto de 12 soles diarios por persona, los agentes desayunan, almuerzan y cenan adecuadamente. Sin embargo, esta situación no se repite en todas las unidades policiales y comisarías.

Desde 2017, una directiva establece normas y procedimientos para el control y prevención de la obesidad en la policía, pero aún no se ha implementado completamente.

La falta de exámenes físicos obligatorios para el ascenso agrava el problema.

Byadmin

admin